Patricia Oliván Muro, Blanca Pueyo Acin, Belén Rueda Martin, Sara Sánchez Quintanilla, Esmeralda Aguas García, María Sánchez Gómez
El dolor musculoesquelético es un problema de salud de alta prevalencia, afectando aproximadamente al 47% de la población adulta. Su cronificación es una de las principales causas de discapacidad, afectando al 20-30% de la población mundial. Se trata de un fenómeno complejo que, según la literatura científica, requiere abordar considerando factores biológicos, psicológicos y sociales, para lo que el modelo biomédico resulta insuficiente. Uno de estos factores psicosociales son las creencias del paciente sobre el dolor y el cuerpo, ya que las creencias erróneas juegan un rol clave en la cronificación del dolor musculoesquelético. Estas creencias erróneas, relacionadas con la percepción del cuerpo como frágil y la equivalencia entre dolor y daño, están ampliamente extendidas en las sociedades occidentales y en muchos casos son los propios profesionales de la salud quienes las comparten. El modelo de miedo-evitación explica el mecanismo por el cual estas creencias perpetúan el dolor y la discapacidad. Una vez identificadas, el profesional de la salud puede modificar las creencias erróneas del paciente a través de distintas estrategias que, combinadas y aplicadas tanto en el contexto clínico como en su vida diaria, le permiten llevar a cabo un proceso de aprendizaje con el que desarrollar una nueva representación que tenga sentido.
Musculoskeletal pain is a highly prevalent health problem, affecting approximately 47% of the adult population. Its chronification is one of the main causes of disability wolrdwide, affecting 20-30% of the world population. It is a complex phenomenon that, according to the literature, needs to be addressed by taking into account biological, psychological and social factors, for which the biomedical model is insufficient. One of these psychosocial factors is the patient’s beliefs about pain and the body, since erroneous beliefs play a key role in the chronification of musculoskeletal pain. These erroneous beliefs, related to the perception of the body as fragile and the equivalence between pain and damage, are widespread in Western societies and in many cases are shared by health professionals themselves. The fear-avoidance model explains the mechanism by which these beliefs perpetuate pain and disability. Once identified, health professionals can modify the patient’s erroneous beliefs through different strategies that, combined and applied both in the clinical context and in daily life, allow the patient to engage In a learning process and develop a new representation that makes sense.