B. Valencia Aristizabal, E.C Wilches Luna, Jhonatan Betancourt Peña
Introducción La técnica de respiración glosofaríngea consiste en propulsar aire hacia la tráquea y enviarlo al pulmón, mediante el uso de la musculatura de la lengua, la faringe y la laringe. El uso de la respiración glosofaríngea se ha reportado en el deporte de la apnea y en algunas enfermedades neuromusculares crónicas. Reportamos 2 casos, mujeres sanas, no deportistas, mayores de 18 años, que realizaron un programa de 6 semanas de entrenamiento en la técnica de respiración glosofaríngea.
Objetivo Describir los cambios en la presión inspiratoria máxima, movilidad diafragmática y capacidad vital forzada en 2 mujeres sanas no deportistas mayores de 18 años, después de un programa de 6 semanas de entrenamiento en la técnica de respiración glosofaríngea.
Resultados Se observó aumento en la presión inspiratoria máxima, movilidad diafragmática y capacidad vital forzada en uno de los casos.
Conclusión En 2 mujeres no deportistas, 6 semanas de entrenamiento con la técnica respiración glosofaríngea fueron suficientes para incrementar en la presión inspiratoria máxima, movilidad diafragmática en ambos casos.
Introduction The glossopharyngeal breathing technique consists of propelling air towards the trachea and sending it to the lungs, using the muscles of the tongue, pharynx, and larynx. The use of Glossopharyngeal breathing has been reported in the sport of freediving and some chronic neuromuscular diseases. We report two cases, healthy women, non-athletes, over 18 years old, who underwent a 6-week training program in the Glossopharyngeal breathing technique.
Objective To describe the changes in maximum inspiratory pressure, diaphragmatic mobility and forced vital capacity in two healthy non-athletic women older than 18 years, after a six-week training program in the Glossopharyngeal breathing technique.
Results An increase in maximum inspiratory pressure diaphragmatic mobility and forced vital capacity was observed in one of the cases.
Conclusion In two non-athlete women, 6 weeks of training with the Glossopharyngeal breathing technique were enough to increase in maximum inspiratory pressure and diaphragmatic mobility, showed an increase in one of the cases.