Introduction y objetivos: El índice de grasa abdominal (IGA) es una medida de la cantidad de grasa presente en la pared abdominal, que puede evaluarse mediante ecografía. El grosor de la íntima media carotídea (GIMC) es una medida del grosor de la capa más interna de la arteria carótida, que es indicativa de aterosclerosis y riesgo cardiovascular. El perfil lipídico se refiere a los niveles de diferentes tipos de grasas, incluidos el colesterol y los triglicéridos, en la sangre. El objetivo de este estudio es investigar y analizar la relación entre el IGA y el GIMC, con especial atención a explorar las asociaciones con el perfil lipídico. Al examinar estas variables, pretendemos mejorar nuestra comprensión de las correlaciones potenciales entre la distribución de la grasa abdominal, la salud vascular y el metabolismo lipídico, y determinar la importancia potencial del índice de grasa de la pared abdominal como parámetro novedoso para evaluar la obesidad y predecir el riesgo de desarrollar aterosclerosis, ictus y enfermedades cardiovasculares.
Metodología: El estudio empleó un diseño de cohorte prospectivo con 80 participantes que cumplían criterios de elegibilidad específicos. Se utilizó la ecografía para medir el IGA y el GIMC, junto con la evaluación del perfil lipídico. Estos resultados se compararon posteriormente con el índice de masa corporal (IMC) de los participantes.
Resultados: La muestra del estudio incluía 80 pacientes, de los cuales el 63,75% eran mujeres y el 36,25% restante, varones.
La mayoría pertenecía al grupo de edad comprendido entre los 45 y los 55 años, y aproximadamente el 22,5% de los pacientes tenía antecedentes de tabaquismo. Existe una correlación negativa notable entre el IGA y el IMC, mientras que el IGA tiene una correlación positiva estadísticamente significativa con el GIMC, así como con el colesterol y los triglicéridos séricos.
Conclusiones: La medición del IGA mediante ultrasonidos constituye una valiosa alternativa tanto a los métodos avanzados de diagnóstico por imagen como a la recogida de datos antropométricos. Ofrece un enfoque no invasivo, seguro, preciso, reproducible y rentable, con la ventaja añadida de evitar la exposición de los pacientes a la radiación ionizante. Los hallazgos sonográficos muestran fuertes correlaciones entre el GIMC y el perfil lipídico, por lo que puede facilitar la evaluación directa de los factores de riesgo cardiovascular y metabólico.
Introduction and aim: Abdominal fat index (AFI) is a measure of the amount of fat present in the abdominal wall, which can be assessed using ultrasound imaging. Carotid intima media thickness (CIMT) is a measure of the thickness of the innermost layer of the carotid artery, which is indicative of atherosclerosis and cardiovascular risk. Lipid profile refers to the levels of different types of fats, including cholesterol and triglycerides, in the blood. The aim of this study is to investigate and analyze the relationship between AFI and CIMT with a particular focus on exploring the associations with lipid profile. By examining these variables, we seek to enhance our understanding of the potential correlations between abdominal fat distribution, vascular health, and lipid metabolism and determine the potential significance of the abdominal wall fat index as a novel parameter for assessing obesity and predicting the risk of developing atherosclerosis, stroke, and cardiovascular diseases.
Methods: The study employed a prospective cohort design involving 80 participants who met specific eligibility criteria.
Ultrasonography was used to measure the AFI and CIMT, along with assessing the lipid profile. These results were subsequently compared to the participants’ body mass index (BMI).
Results: The study sample included 80 patients, 63.75% were females, and the other 36.25% were males. The majority fall within the age group between 45-55year, about 22.5% of the patients had smoking history. A noteworthy negative correlation exists between AFI and BMI, while AFI has a statistically significant positive correlation with CIMT as well as serum cholesterol and triglyceride.
Conclusions: AFI measurement using ultrasound presents a valuable alternative to both advanced imaging methods and the collection of anthropometric data. It offers a noninvasive, safe, accurate, reproducible, and cost-effective approach, with the added benefit of avoiding ionizing radiation exposure for patients. Sonographic findings exhibit strong correlations between CIMT and lipid profile, so it may facilitates the direct assessment of cardiovascular and metabolic risk factors.