Cristina Hernández Tejedor, David Galera Cervello, Alberto José Bríngola Moñux, Javier López Coscojuela, Uxua Asín Samper, Isabel Caballero Jambrina
El cannabis es la droga ilegal más consumida en España. En pediatría es una forma infrecuente de intoxicación, pero potencialmente grave. Casos clínicos: Niña 16 meses, los padres no lograban despertar tras la siesta, consultando 4 horas más tarde. Glasgow 9, pupilas midriáticas reactivas y rigidez de mandíbula. Taquicardia e hipotensión. La madre admitió que la niña estuvo sola unos minutos, con posible ingesta accidental de cannabis. Orina: cannabis positivo. Resolución progresiva de los síntomas, alta a las 12 horas. Antecedente de escaldadura en la ducha. Niño 2 años, acudía con su padre por somnolencia tras ingesta accidental hacía 2 horas de hachís. Glasgow 8-9, TA p5, palidez cutánea y pupilas midriáticas normorreactivas. Se administró carbón activado. Empeoramiento progresivo del nivel de conciencia, por lo que ingresó en UCI, con agitación importante, pero recuperación progresiva. Orina positiva para cannabinoides, metanfetaminas y opioides, descartándose posteriormente mediante enzimoinmunoanálisis opiáceos y anfetaminas. Niño de 15 meses, acudía con su abuela por somnolencia tras ingesta accidental de cannabis. Empeoró (Glasgow 9 e hipoxemia) e ingresó en UCI con mejoría progresiva, pudiéndose dar de alta en 24 horas. Antecedente de caída hacía unos meses. Al alta en los 3 casos se puso en conocimiento judicial y de servicios sociales. Conclusiones: Se ha de mantener alto índice de sospecha para intoxicación por cannabis en niños previamente sanos con aparición brusca de síntomas neurológicos. Es esencial una adecuada anamnesis a los padres, aunque en la mayoría de los casos suelen omitir información. Diagnóstico de sospecha mediante detección en orina del 9-THC, que se confirma mediante cromatografía de gases o espectrometría. Tratamiento sintomático, valorando carbón activado. La mayoría presentan evolución favorable, pero a veces requieren UCI. La intoxicación por cannabis puede ser una señal de alarma ante un potencial caso de maltrato infantil.
Cannabis is the most consumed illegal drug in Spain. In pediatrics it is an uncommon form of poisoning, but potentially serious. Clinical cases: 16-month-old girl, parents could not wake her up after a nap, consulting 4 hours later. Glasgow 9, reactive mydriatic pupils and jaw rigidity. Tachycardia and hypotension. Her mother admitted that the girl was alone for a few minutes, with possible accidental ingestion of cannabis. Urine positive for cannabis. Progressive resolution of symptoms, she was discharged home 12 hours later. History of scalding in the shower. 2-years-old boy, he went to the hospital with his father due to drowsiness after accidentally ingesting hashish 2 hours ago. Glasgow 8-9, TA 84/47 (p5), skin pallor and normoreactive mydriatic pupils. Activated charcoal was administered. Progressive worsening of the level of consciousness, so he was admitted to the ICU, with significant agitation, but progressive recovery. Urine positive for cannabinoids, methamphetamines and opioids, but later ruling out opiates and amphetamines by enzyme immunoassay. 15-months-old boy, he went with his grandmother due to drowsiness after accidentally ingesting cannabis. He got worse (Glasgow 9 and hypoxemia) so he was admitted to the ICU with progressive improvement, and was discharged home within 24 hours. History of having falling down a few months ago. Upon discharge in all 3 cases the judiciary and social services were informed. Conclusions: A high index of suspicion must be maintained for cannabis intoxication in previously healthy children with sudden onset of neurological symptoms. An adequate anamnesis for the parents is essential, although in most cases they tend to omit information. Suspected diagnosis through detection of 9-THC in urine, which is confirmed by gas chromatography or spectrometry. Symptomatic treatment, valuing activated charcoal. Most cases progress favorably, but sometimes they require ICU admission. Cannabis intoxication can be a warning sign of a potential case of child abuse.