Mariano Vélez Gónzalez
• Respecto a las técnicas lumínicas utilizadas en dermatología se debe diferenciar entre la luz láser (luz coherente) y no láser (luces no coherentes), las cuales emiten entre el UV al infrarrojo del espectro electromagnético.
• Las características de la emisión láser se basan, principalmente, en que es una luz monocromática, coherente, de alta direccionalidad y brillantez.
• Los efectos de los láseres son los que determinarán sus indicaciones, siendo dichos efectos el fotoacústico, fotoablativo, térmico y fotoquímico. Así como los efectos con los otros sistemas lumínicos (IPL, LED); el térmico y el fotoquímico.
• Los mecanismos de fototermólisis selectiva y su ampliación utilizados con los sistemas lumínicos, nos permiten delimitar que los efectos fototérmico y fotoacústico actúen sobre al objetivo a tratar, reduciendo los efectos colaterales.
• El tratamiento de las lesiones vasculares se basa, principalmente, en su efecto termocoagulativo y posterior esclerosis del vaso, pudiéndose realizar con sistemas láser, así como, con otros sistemas lumínicos (tipo IPL), cumpliendo el mecanismo de fototermólisis selectiva a través, principalmente, de la hemoglobina, que actuará de cromóforo que absorbe la emisión lumínica.
• Los efectos sobre las lesiones pigmentadas se basan en los efectos fotoacústico y térmico. En el caso del efecto fotoacústico se realiza solo con los láser en emisión QS (nanosegundos) y ML (picosegundos), siendo el cromóforo; la melanina y otros pigmentos exógenos. En el caso del efecto térmico se realiza a través de láseres y otros sistemas lumínicos (IPL) de pulsos largos.
• Los sistemas más usuales en el tratamiento de los tatuajes se realizan a través del efecto fotoacústico, siendo el tratamiento “gold standard’ de los mismos.