• El cribado de cáncer de mama requiere valorar la relación riesgo-beneficio y la carga de la enfermedad que presenta cada mujer.
• La evidencia científica sustenta que la tendencia es a individualizar las estrategias de cribado de cáncer de mama según el riesgo de la mujer.
• Los factores de riesgo de cáncer de mama a tener en cuenta son: la edad, historia familiar de cáncer de mama, las características genéticas (las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 aumentan el riesgo de cáncer de mama del 45 al 65% a los 70 años), la densidad mamaria, la presencia de enfermedad mamaria benigna, los factores que afectan a los niveles hormonales endógenos o exógenos y los estilos de vida.
• El cribado de cáncer de mama debe respetar las preferencias de las mujeres tanto de hacer como de no hacer mediante herramientas que permitan la toma de decisiones compartidas.
• La atención primaria, con el Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud, tiene un papel fundamental en clasificar el riesgo de cada mujer y en facilitar la toma de decisiones compartidas.