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Yaiza Motrel Ferreruela, Fernando Borniquel Agudo, Mercedes Aso de Guzmán, Laura Ibarra Mingote, Olga Morales Berges, Irene Ridruejo Martínez
El embarazo y el parto son dos momentos de gran esfuerzo físico en la vida de la mujer, especialmente en lo que respecta al suelo pélvico.
Una buena preparación perineal durante el embarazo disminuye el riesgo de sufrir lesiones perineales como desgarros o episiotomía. A partir del tercer trimestre de embarazo se considera seguro comenzar a trabajar la musculatura perineal, de forma que se consiga llegar al parto con una mayor elasticidad y flexibilidad de los tejidos. Entre los métodos más conocidos se encuentra el masaje perineal.
Objetivo: comparar el estado del suelo pélvico en relación a posibles lesiones durante el parto, según se haya realizado una preparación perineal durante el embarazo o no.
Metodología: se utilizaron diferentes bases de datos de Ciencias de la Salud como Embase y PubMed, Cuiden.
Resultados: no se hallaron diferencias en la aparición de desgarros de primer y segundo grado. Sí que disminuyeron el número de desgarros de tercer y cuarto grado, así como la tasa de episiotomía en aquellas mujeres que se realizaron el masaje perineal durante el embarazo.
Conclusiones: la realización del masaje perineal durante el tercer trimestre del embarazo se considera beneficiosa para disminuir tanto en número como en extensión las lesiones perineales durante el parto.
Pregnancy and childbirth are two moments of great physical effort in a woman’s life, especially regarding to the pelvic floor.
A good perineal preparation during pregnancy reduces the risk of perineal injuries such as tears or episiotomy. From the third trimester of pregnancy it is considered safe to start working the perineal musculature, in order to reach delivery with a greater elasticity and flexibility of the tissues. Among the best known methods we found the perineal massage.
Objective: to compare the state of the pelvic floor regarding to possible injuries during childbirth, depending on whether or not perineal preparation was performed during pregnancy.
Methodology: We used different Health Sciences databases such as Embase, PubMed and Cuiden.
Results: no differences were found in the occurrence of first and second degree tears. The number of third and fourth degree tears decreased, as well as the rate of episiotomy in those women who underwent perineal massage during pregnancy.
Conclusions: performing perineal massage during the third trimester of pregnancy is considered beneficial in decreasing, both in number and extent, perineal injuries during labour.
