Fernando Adrián Lopreite, Ruy Lloyd, Hernan del Sel
Introducción: Evaluación retrospectiva de una serie consecutiva de reconstrucciones acetabulares con técnica de injerto óseo molido e impactado, intentando determinar su utilidad en distintos defectos acetabulares.
Materiales y métodos: El grupo de estudio comprendió 61 revisiones acetabulares en 60 pacientes. El tiempo de seguimiento promedio fue de 68 meses (60 a 120 meses).
La media de edad de los pacientes fue de 66 años (rango 39 a 88 años); 17 (28,33%) fueron varones y 43 (81,66%), mujeres.
Los defectos acetabulares se evaluaron mediante la clasificación de Paprosky.
En todos los casos se utilizó injerto óseo molido criopreservado no irradiado con copa acetabular cementada y aletada sin anillo de refuerzo, según la técnica original de Slooff.
Se realizó la evaluación radiológica, determinándose la migración horizontal y vertical del cotilo con respecto a la imagen en lágrima. Se consideró incorporación ósea del injerto al observar su remodelación trabecular y cuando la densidad y la arquitectura eran semejantes a las del hueso nativo. La falla radiológica se determinó cuando se demostró migración acetabular igual o mayor de 4 mm o angulación de 5°.
Resultados: De 61 cotilos evaluados en 60 pacientes, 48 (78,6%) pertenecieron a defectos de tipo II; se observó incorporación y trabeculado del injerto en 46 (96%) cotilos entre el tercero y el sexto mes posoperatorio.
La evaluación clínica preoperatoria fue, en promedio, de 9,2 ± 0,6 y la posoperatoria, de 16,1 ± 0,9.
Trece casos (21%) fueron defectos de tipo III. En 10 de ellos se determinó falla radiológica.
La evaluación clínica preoperatoria fue, en promedio, de 5,3 ± 0,4 y la posoperatoria, de 9,3 ± 1,17.
Conclusiones: En la clasificación de Paprosky la diferencia entre los defectos de tipos II y III se basa, fundamentalmente, en la migración acetabular mayor de 2 cm.
El injerto molido e impactado sin utilizar anillo de refuerzo en defectos de tipo II de Paprosky nos ha dado excelentes resultados.
En los defectos de tipo III la utilización de injerto molido con copas cementadas, sin anillo de refuerzo, presenta un índice de fracaso inaceptable.
Background: The purpose of the study is to review a consecutive series of acetabular reconstructions using the Slooff technique, and to establish its usefulness in different types of acetabular defects.
Methods: The study group included 61 revisions in 60 patients. Mean follow up was 68 months (60-120); mean age: 66 years (39-88); 17 males (28.33%) and 43 females (81.66%).
The Merle d’Aubigne and Postel scale was used for clinical assessment.
Each case was classified according to Paprosky’s acetabular defects classification.
Non-irradiated frozen impacted allograft and cemented acetabular components were used, according to the original Slooff technique.
Horizontal and vertical migration was evaluated on the tear drop image. Radiographs were taken immediately after surgery and 1, 3, 6 months and annually post-op.
Allograft incorporation criteria were established as: trabecular remodeling, and architecture and density similar to native bone.
Reconstruction failure was considered as: 4 mm cup migration or 5° angulation.
Results: Of the 61 cups reviewed on 60 patients, 48 (78.6%) were type II defects (IIA 11 cases - IIB 10 casesIIC 27 cases); allograft healing with trabecular remodeling was seen in 46 cases (96%) between the third and sixth month post-op.
The pre-op mean clinical assessment was 9.2 ± 0.6, and changed to 16.1 ± 0.9 after the procedure.
Thirteen cases (21%) were classified as Paprosky type III defects (IIIA 8 cases - IIIB 5 cases). Radiological failure was detected in ten. In most of the cases graft resorption was noted between months 12 and 24, with construction collapse.
The mean clinical assessment before surgery was 5.3 ± 0.4 and changed to 9.3 ± 1.17 after the procedure.
Conclusions: Paprosky classification separates bony type II defects from type III based on acetabular migration. Those whose migration exceeds 2 cm are classified as type III.
Acetabular reconstruction with impacted morselized cancellous bone graft and cement, used on Paprosky type II defects achieved excellent results.
The same surgical technique for Paprosky type III defects resulted in high failure rate, without the use of a reinforcement ring.