Cesar Pesciallo, Diego Mana Pastrian, Fernando Adrián Lopreite, Francisco Astudillo, Hernan del Sel
Introducción: La artroplastia total (AT) es un procedimiento exitoso en el tratamiento de la patología degenerativa avanzada de rodilla. Un problema habitual es el importante dolor posoperatorio que manifiestan los pacientes que se someten a un recambio articular. El objetivo de este trabajo fue evaluar la eficacia de la infiltración tisular intraoperatoria para el control del dolor luego del reemplazo total de rodilla primario.
Materiales y métodos: Se evaluaron en forma prospectiva 60 pacientes tratados. Se establecieron dos grupos de 30 pacientes (10 hombres y 20 mujeres en cada uno): el grupo A recibió infiltración y el grupo B, no. Se utilizaron 40 ml de solución anestésica (20 ml de ropivacaína 7,5 mg/ml diluida en 20 ml de solución fisiológica más 0,1 µg de clonidina más 4 mg de morfina). En cada paciente se registró el dolor según la escala visual análoga (VAS) y los rescates de opiáceos solicitados.
Resultados: El dolor en el grupo experimental (A) fue significativamente menor con respecto al del grupo de control (B) hasta las 96 horas luego de la cirugía (p < 0,05). En el consumo de opioides de rescate de ambos grupos también se notaron diferencias (p < 0,001).
Conclusiones: Los bajos niveles de dolor y el menor uso de opiáceos en el posoperatorio inmediato generan una mejor rehabilitación y mayor bienestar general para el paciente. Consideramos que la infiltración tisular intraoperatoria es un buen método para el control del dolor posterior a la artroplastia de rodilla.
Background: Patients concern about pain after total knee replacement is a matter of fact. The purpose of this study was to evaluate the effectiveness of an intraoperative soft tissue injection for pain management following Total Knee Arthroplasty.
Method: We evaluated 60 patients prospectively, divided into two groups, i.e. thirty patients per group (10 men - 20 momen each). Group A received an injection and group B did not. In each case, pain complaints and pain killers usage were addressed.
Results: Patients’ pain scores in the experimental group were lower than in the control group. They attained statistical significance in the first 96 hours after surgery. Reduction in the narcotics used was also significant in the first 4 hours.
Conclusions: Lower pain rates and narcotics consumption after total knee replacement generate happier patients, which leads to an early start of physical therapy and earlier discharge from hospital. We believe this should be considered a strong tool against pain after TKR.