Objetivo: Demostrar que el vendaje semioclusivo logra una reconstrucción de la falange distal sin dolor residual, sin acortamiento adicional y con buen aspecto estético.
Materiales y Métodos: Se evaluaron 47 dedos con lesiones distales que se dividieron en tres grupos: a) con compromiso de piel y tejido celular subcutáneo, b) con lesión adicional de la uña y c) con lesión ósea expuesta agregada. A todos se les colocó un vendaje semioclusivo con un recambio semanal hasta que la herida se curó, aproximadamente en cuatro semanas.
Resultados: En 41 de los 47 dedos tratados, los resultados funcionales y estéticos fueron excelentes, con recuperación completa de la sensibilidad distal; 6 pacientes (14%) necesitaron una cirugía agregada, todos ellos en conflicto laboral. La media para la curación completa fue de 45.7 días y la media de recambio de apósito fue de tres en total para completar el tratamiento.
Conclusiones: Las lesiones de la punta de los dedos, aun con la falange expuesta, pueden ser tratadas de forma satisfactoria con un vendaje semioclusivo, pues se logra una reconstrucción sin dolor residual, sin acortamiento agregado, con buena fuerza y sensibilidad, además con un excelente aspecto estético de la falange, es un método económico y fácil de reproducir.
Objective: To demonstrate that semi-occlusive dressings achieve reconstruction of the distal phalanx with no residual pain, no additional shortening, and a satisfactory aesthetic appearance. Materials and Methods: 47 fingers with distal injuries were as-sessed and classified into three groups: a) with skin and subcutaneous cellular tissue involvement, b) with an additional nail injury, and c) with an additional open bone injury. All were covered with a semi-occlusive bandage which was replaced weekly until the wound healed, which took around four weeks. Results: 41 of the 47 treated fingers displayed excellent functional and aesthetic outcomes, with complete recovery of distal sensibility; nevertheless, 6 patients (14%) required additional surgery, all of whom had work conflicts. The average time for complete healing was 45.7 days, with three dressing replacements required to complete treat-ment. Conclusion: Fingertip injuries, even with the phalanx exposed, can be satisfactorily treated with semi-occlusive dressings. Reconstruction is achieved without residual pain, without additional shortening, with good strength and sensitivity, and with an excellent aesthetic appearance of the phalanx. It is also an economical and simple to replicate method.