Cristina Marco López, Blanca Hernández Labrot, Irene Uldemolins Gómez, Marina Martín Pérez, Yasmina Sánchez Prieto, Inmaculada Callejas Gil
La neuropatía óptica isquémica (NOI) se puede poner de manifiesto por una pérdida de visión monocular brusca no dolorosa, defecto pupilar aferente y alteraciones campimétricas ipsilaterales1.
El síndrome antifosfolípido (SAF) se caracteriza por la presencia de anticuerpos antifosfolípido junto con trombosis arteriales o venosas o la historia de pérdidas fetales de repetición. Ocasionalmente, la primera manifestación de un SAF puede ser neurooftalmológica, como la neuropatía óptica2.
Se presenta el caso clínico de una paciente de 34 años, gestante de 6 semanas, que acude a Urgencias por disminución de la agudeza visual (AV) de instauración súbita en su ojo derecho (OD), de unas horas de evolución, sin dolor retroocular ni cefalea, y sin ningún antecedente general ni obstétricos de interés (G1A0P0).
Se quiere poner de manifiesto el reto de un diagnóstico etiológico en estas pacientes, porque aunque la trombosis vascular ocular no es frecuente en el SAF, los síntomas oculares pueden ser los primeros en aparecer en esta entidad, confiriendo al Oftalmólogo un papel esencial en la prevención de las graves consecuencias que puede tener el retraso diagnóstico de estos pacientes, con aumento de riesgo de otros fenómenos tromboembólicos, produciéndose con frecuencia abortos por infartos en la vascularización uteroplacentaria2.
Ischemic optic neuropathy (ION) can be evidenced by a sudden, painless loss of monocular vision, afferent pupillary defect, and ipsilateral campimetric alterations1.
Antiphospholipid syndrome (APS) is characterized by the presence of antiphospholipid antibodies together with arterial or venous thromboses or a history of repeated fetal loss. Occasionally, the first manifestation of APS can be neuro-ophthalmological, such as optic neuropathy2.
We present the case of a 34-year-old patient, 6 weeks pregnant, who came to the Emergencies, due to a sudden decrease in visual acuity (VA) in her right eye (RE), lasting a few hours, without retro-ocular pain and without any general or obstetric history of interest (G1A0P0).
We want to highlight the challenge of an etiological diagnosis in these patients, because although ocular vascular thrombosis is not frequent in APS, ocular symptoms may be the first to appear in this entity, giving the Ophthalmologist an essential role in prevention of the serious consequences that delayed diagnosis can have in these patients, with increased risk of other thromboembolic phenomena, frequently causing abortions due to infarctions in the uteroplacental vascularization2.