La disección aórtica es una emergencia cardiovascular que se caracteriza por la salida de sangre a través de un desgarro en la íntima de la aorta, con separación de las capas íntima y media y la confección de una falsa luz (canal). El desgarro en la íntima puede ser un evento primario o deberse a una hemorragia dentro de la capa media. La disección puede ocurrir en cualquier porción de la aorta y se extiende en dirección proximal o distal hacia otras arterias1,2.
Un factor de riesgo contribuyente muy importante es la hipertensión arterial. La entidad produce dolor torácico o dorsal lacerante de comienzo súbito y puede provocar insuficiencia aórtica y compromiso de la circulación en las ramas de la aorta2.
El diagnóstico se basa en los resultados de los estudios de diagnóstico por la imagen. El tratamiento implica control estricto de la presión arterial y la obtención de imágenes en serie para controlar la progresión de la disección. La cirugía es el tratamiento de elección en la disección aórtica tipo A, con una mortalidad del 50% si no se opera en 48 horas. En la disección aórtica tipo B en muchos casos requiere tratamiento médico. A pesar de las mejoras en técnicas quirúrgicas y anestésicas, la mortalidad perioperatoria (25%) y las complicaciones neurológicas (18%) siguen siendo altas. No obstante, la cirugía reduce la mortalidad en un mes del 90 al 30%2,3.
Aortic dissection is a cardiovascular emergency characterized by the outflow of blood through a tear in the intima of the aorta, with separation of the intimal and middle layers and the creation of a false lumen (canal). Tear in the intima may be a primary evento or be due to bleeding within the middle layer. Dissection can occur in any portion of the aorta and extends proximally or distally to other arteries1,2.
A very important contributing risk factor is high blood pressure. The condition produces lacerating chest or back pain of sudden onset and can lead to aortic insufficiency and compromised circulation in the branches of the aorta2.
Diagnosis is based on the results of imaging studies. Treatment involves tight blood pressure control and serial imaging to monitor the progression of the dissection. Surgery is the treatment of choice in type A aortic dissection, with a mortality rate of 50% if surgery is not performed within 48 hours. In type B aortic dissection, in many cases medical treatment. Despite improvements in surgical and anesthetic techniques, perioperative mortality (25%) and neurological complications (18%) remain high. However, surgery reduces one-month mortality from 90% to 30%2,3.