Enfrentarse a la muerte en el trabajo asistencial es difícil, y por muchos años de experiencia sigue siendo una asignatura en la que muchos suspenderíamos. Es algo que no enseñan en la universidad y muchas veces dependerá de la forma de ser del individuo. Esta narrativa describe en primera persona la actitud de una enfermera, un turno cualquiera en un servicio de urgencias, que se enfrenta a la muerte de una persona conocida sin esperarlo, se describe lo difícil que es enfrentarse a estas situaciones a pesar de la capacidad de resiliencia habitual en la profesión enfermera.
Facing death in healthcare work is difficult, and despite many years of experience it is still a subject in which many of us would fail. It is something that they do not teach at university and many times it will depend on the individual's way of being. This narrative describes in first person the attitude of a nurse, any shift in an emergency department, who faces the death of a known person without expecting it, it describes how difficult it is to face these situations despite the ability to habitual resilience in the nursing profession.