La leucemia linfoblástica aguda (LLA) infantil es un tipo de cáncer que afecta a las células sanguíneas precursoras de los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Esta enfermedad es más común en niños que en adultos y se caracteriza por la proliferación descontrolada de células inmaduras en la médula ósea y la sangre. Este trastorno compromete la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y llevar a cabo funciones sanguíneas normales.
La LLA infantil se manifiesta rápidamente y puede causar síntomas como fatiga persistente, debilidad, palidez, fiebre o escalofríos, pérdida de peso, dolor en los huesos y articulaciones, infecciones frecuentes, sangrado, formación de hematomas con facilidad, aparición de pequeñas manchas rojas en la piel, llamadas petequias, ganglios linfáticos inflamados etc … Su origen exacto no se conoce completamente, pero se cree que implica una combinación de factores genéticos y ambientales.
El diagnóstico de la LLA infantil implica numerosas pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y biopsias de médula ósea. Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento generalmente consiste en quimioterapia intensiva, que busca eliminar las células cancerosas y permitir el crecimiento de células sanguíneas normales. En algunos casos, puede requerir trasplante de médula ósea.
A pesar de la complejidad del tratamiento, la tasa de supervivencia para la LLA infantil ha mejorado significativamente en las últimas décadas gracias a avances en la investigación médica. La detección temprana y la atención médica especializada son cruciales para aumentar las posibilidades de cura.
Childhood acute lymphoblastic leukaemia (ALL) is a type of cancer that affects the precursor blood cells of lymphocytes, a type of white blood cell. The disease is more common in children than in adults and is characterised by the uncontrolled proliferation of immature cells in the bone marrow and blood. The disorder compromises the body’s ability to fight infection and carry out normal blood functions.
Childhood ALL manifests rapidly and can cause symptoms such as persistent fatigue, weakness, paleness, fever or chills, weight loss, bone and joint pain, frequent infections, bleeding, easy bruising, small red spots on the skin called petechiae, swollen lymph nodes etc….
Its exact origin is not fully known, but it is thought to involve a combination of genetic and environmental factors.
Diagnosis of childhood ALL involves numerous laboratory tests, such as blood tests and bone marrow biopsies. Once the diagnosis is confirmed, treatment usually consists of intensive chemotherapy, which aims to kill the cancer cells and allow normal blood cells to grow. In some cases, bone marrow transplantation may be required.
Despite the complexity of treatment, the survival rate for childhood ALL has improved significantly in recent decades thanks to advances in medical research. Early detection and specialised medical care are crucial to increase the chances of a cure.