León, España
En el hipotiroidismo subclínico pueden aparecer síntomas depresivos y su presencia suele facilitar la instauración de un tratamiento de reemplazo; sin embargo, estudios recientes no han encontrado una asociación entre ambos. Por otra parte, la función tiroidea puede verse afectada por disruptores endocrinos y, algunos de ellos, como los cloratos, pueden encontrarse en el agua que bebemos. Objetivos: conocer si el tipo de consumo de agua puede influir en la aparición de síntomas depresivos en pacientes con hipotiroidismo subclínico. Métodos: participaron 96 mujeres con hipotiroidismo subclínico, sin tratamiento tiroideo, de un área de salud de España. Estudiamos, entre otras variables, la presencia de síntomas depresivos, el tipo de consumo de agua (grifo/embotellada o manantial) y el nivel de cloratos en el agua del grifo. Resultados: el 41,7 % (40) de las mujeres presentaban síntomas depresivos y estos se relacionaban con el consumo de agua del grifo (p = 0,001), resultando este un predictor confiable (OR: 27,79; p = 0,007). El nivel de cloratos en el agua del grifo era de 250 µg/L, valor situado en el límite máximo permitido por la ley. Conclusiones: en mujeres con hipotiroidismo subclínico, la exposición crónica a cloratos en el agua, en niveles autorizados por la ley, podría favorecer la inhibición del transporte de yodo y la aparición de síntomas depresivos. Sería interesante comprobar esta hipótesis, así como su posible efecto sobre otros perfiles poblacionales.