Barcelona, España
Estados Unidos
Introducción: El esguince agudo de tobillo es una de las lesiones musculoesqueléticas más frecuentes. Su creciente estudio con resonancia magnética llevado a una mayor detección de edema óseo. El edema óseo por contusión consiste en una fractura ósea subcondral microtrabecular del hueso esponjoso junto con hemorragia local y edema. El objetivo de este estudio fue analizar una posible relación estadística entre la lesión ligamentaria de tobillo y la localización del edema óseo.
Materiales y Métodos: Entre 2016, 2018, se analizaron 50 resonancias de pacientes con diagnóstico clínico de esguince sin lesión ósea en la radiografía. Dos radiólogos independientes analizaron las secuencias T1 y T2 en los planos coronal, axial y sagital. Se comparó la localización del edema óseo y las lesiones ligamentarias con el fin de encontrar posibles asociaciones.
Resultados: No hubo diferencias en la presencia del edema óseo en relación con el ligamento lesionado como consecuencia de un esguince de tobillo (p >0,05). En general, el edema óseo fue más frecuente en la cabeza y el cuello del astrágalo (64%). No se halló una relación estadística entre la localización del edema óseo y el ligamento lesionado (p >0,05).
Conclusiones: El edema óseo es un hallazgo frecuente en la resonancia magnética después de una lesión ligamentaria a causa de esguinces de tobillo; sin embargo, no hay evidencia de una relación entre la localización del edema y el ligamento lesionado.
Acute ankle sprains are a common type of musculoskeletal injury. With the increased popularity of MRI post-ankle sprain, more cases of bone marrow edema or bone bruise are detected. This is a subchondral osseous fracture of the cancellous microarchitec-ture with accompanied local hemorrhage and edema. This study aims to analyze if the presence of ankle ligament injury presents any significant statistical relation with the specific location. materials and methods: We reviewed 50 MRI performed during 2015-2018 for patients who reported ankle pain and signs of instability. Two different radiologists evaluated the series. Bone marrow edema location and specific ligament lesions were contrasted to find possible associations. Chi-Square was used to analyze the differences. Results: The anterior talofibular ligament was the most commonly injured ligament (84%). CFL injury occurred in 27 cases (54%). There were no differences between the presence of bone marrow edema and the ligament injured after an ankle sprain (p>0.05). Overall, the most common location of bone marrow edema was the head and neck of the talus (64%). There was no statistical relationship between bone marrow edema location and the injured ligament (p>0.05). Conclusion: Bone marrow edema is a frequent finding after a ligament injury following ankle sprains. However, this finding is not directly related to a specific location of the injured ligament. The location of bone marrow edema is not related to specific ligament injuries. MRI findings of bone marrow edema must not change the management of patients with acute ankle sprains.