Maider Cornes Fernández, Maria Dolores Calle Calle
Resumen Objetivos: Estudiar la utilidad de las diferentes herramientas empleadas en la detección de malos tratos en personas mayores. Metodología: Revisión crítica de la literatura en las bases de datos Medline, CINAHL, Cuiden, EMBASE y PsycINFO, y búsqueda manual en Cochrane, la revista Gerontologist y Google Scholar. Criterios de inclusión: artículos en castellano e inglés; personas de 60 y más años y sus cuidadores, independientemente de su raza, estado de salud o condición socioeconómica. Para asegurar la calidad de los estudios se utilizaron los criterios de las guías CASPe. Resultados: De los 594 artículos encontrados en la búsqueda, en el análisis final fueron incluidos 21. Se hallaron un total de 16 herramientas de cribado, las cuales se analizaron de forma cualitativa y psicométrica con las subcategorías correspondientes. Se clasificaron en las orientadas al receptor de cuidados y las orientadas al cuidador. Conclusiones: Resulta difícil elegir una herramienta para ser utilizada en la práctica general. Sin embargo, la escala E-IOA, específicamente el anexo B, es la herramienta más recomendable para detectar el maltrato a personas mayores. El profesional de enfermería debe ser el profesional que lidere la evaluación integral de la detección de las personas mayores maltratadas.
Abstract Objectives: To study the usefulness of the different tools used in the detection of elder abuse. Methodology: Critical review of the literature in the Medline, CINAHL, Cuiden, EMBASE and PsycINFO databases and manual search in Cochrane, the journal Gerontologist and Google Scholar. Inclusion criteria: articles in Spanish and English; people aged 60 years and older and their caregivers, regardless of race, health or socioeconomic status. To ensure the quality of the studies, the criteria of the CASPe guidelines were used. Results: Of the 594 articles found in the search, 21 were included in the final analysis. A total of 16 screening tools were found, which were analyzed qualitatively and psychometrically with the corresponding subcategories. They were classified into those oriented to the care recipient and those oriented to the caregiver. Conclusions: It is difficult to choose a tool to be used in general practice. However, the E-IOA scale, specifically appendix B, is the most recommended tool for detecting elder abuse. The nursing professional should be the professional who leads the comprehensive assessment of the detection of elder abuse.