Sílvia Castellet, Naiara Becerril, Lorena Rodríguez Alonso, Francisco Rodríguez Moranta
• Los divertículos de colon son muy frecuentes en adultos, habitualmente asintomáticos y no requieren tratamiento ni seguimiento específico.
• Cuando los divertículos presentan síntomas, hablamos de enfermedad diverticular sintomática y se manifiesta en forma de enfermedad diverticular sintomática complicada, colitis diverticular, hemorragia digestiva diverticular o diverticulitis aguda.
• La enfermedad diverticular sintomática no complicada es difícil de diferenciar de otras entidades y, con frecuencia puede existir solapamiento con el síndrome de intestino irritable.
• En la enfermedad diverticular sintomática, se ha recomendado rifaximina en ciclos (con o sin fibra), y podrían beneficiarse de probióticos o mesalazina.
• La colitis segmentaria asociada a divertículos se caracteriza por inflamación de la mucosa del sigma peridiverticular y se trata con mesalazina y antibióticos. Las formas graves pueden requerir el uso de inmunosupresores (corticoides, inmunomoduladores o terapia biológica).
• La hemorragia digestiva diverticular es la causa más frecuente de ingreso por hemorragia digestiva baja y de hemorragia grave. Habitualmente, se autolimita sin tratamiento, por lo que, en general, su manejo es de soporte.
• La diverticulitis aguda leve no complicada en paciente no inmunosuprimido requiere tratamiento sintomático. En pacientes inmunosuprimidos y en las formas graves, requiere ingreso, antibióticos endovenosos, drenaje de abscesos (si existen) y, en última instancia, cirugía.
• No se ha demostrado la eficacia de la profilaxis primaria de la diverticulitis aguda. Como profilaxis secundaria puede ofrecerse mesalazina.