Rafael Ramos Blanes, Pascual Solanas Saura
• Las intervenciones de reducción de riesgo son más eficientes cuando se realizan en la población de riesgo elevado. Es por ello que la identificación de estos individuos mediante el uso de funciones de riesgo es un elemento fundamental.
• Las ecuaciones de riesgo estiman el exceso de riesgo de tener una enfermedad cardiovascular en un periodo de tiempo que tiene un individuo concreto en relación con el riesgo promedio de la población.
• La ecuación de REGICOR y la de SCORE2 son las más recomendadas y utilizadas. Ambas tienen estudios de validación.
• Aparte de los factores de riesgo incluidos en las ecuaciones, existen otros que pueden modificar el riesgo calculado. La consideración de estos factores es particularmente relevante si el riesgo del individuo está cerca de un umbral de decisión.
• El riesgo elevado se define como la probabilidad igual o superior al 10% según REGICOR o en función de la edad según SCORE2 (2,5% en menores de 50 años; 5% en 50-69 años; 7,5% en mayores de 69 años).
• A partir de estas clasificaciones, las intervenciones clínicas aconsejadas que se derivan varían considerablemente en función de la Guía de Práctica Clínica. En general, en las personas con riesgos bajos o intermedios, la promoción de los estilos de vida saludables es la intervención aconsejada. En las personas con riesgo alto se debe considerar añadir tratamiento farmacológico, especialmente hipolipemiante. En las personas con riesgo muy alto, el tratamiento debe ser más intensivo.