Coral Suero, A. Martín Martínez
• El síncope se define como una pérdida transitoria de consciencia (PTC) debida a una hipoperfusión cerebral y caracterizada por un inicio rápido, una duración corta y una recuperación espontánea completa.
• En la evaluación inicial se debe responder a las siguientes preguntas clave: ¿El evento fue una PTC o no? En caso de PTC, ¿es de origen sincopal o no sincopal? En caso de sospecha de síncope, ¿hay un diagnóstico etiológico claro? ¿Existe evidencia que indique alto riesgo de eventos cardiovasculares o muerte? • La evaluación diagnóstica inicial debe incluir: a) historia clínica detallada sobre los ataques previos y el actual, así como el relato de testigos presenciales, en persona o mediante entrevista telefónica; b) exploración física que incluya mediciones de la presión arterial en decúbito supino y de pie y c) electrocardiograma (ECG).
• El presíncope debe recibir una atención similar a la del síncope, ya que tiene el mismo pronóstico.
• Se recomienda que los pacientes con características de bajo riesgo que posiblemente sufran síncope reflejo o situacional, o síncope por hipotensión ortostática tengan seguimiento ambulatorio.
• Se recomienda que los pacientes con características de alto riesgo sean evaluados de manera intensiva y precoz en una unidad de síncope o en una unidad de observación o bien, en hospitalización.