Ana Redondo Villatoro
• Los factores de riesgo que más fuertemente se asocian a endometriosis son una historia previa de infertilidad y la presencia de dismenorrea o dolor pélvico.
• Se debe sospechar la presencia de endometriosis en pacientes que consulten por dolor pélvico no cíclico, dismenorrea o dispareunia que persisten a lo largo del tiempo o se intensifican.
• En pacientes con episodios de disquecia, disuria y rectorragia coincidentes con la menstruación, hay que sospechar una endometriosis infiltrativa profunda.
• El uso de biomarcadores para el diagnóstico de endometriosis no han demostrado ser útiles. Podrían utilizarse con fines pronósticos para el seguimiento de pacientes con endometriosis.
• Ante la sospecha clínica de endometriosis, la prueba de elección para su diagnóstico por imagen es la ecografía transvaginal.
• No está justificada la realización de una laparoscopia diagnóstica para la confirmación de endometriosis.
• Incluso aquellas pacientes con endometriosis que presenten pocos síntomas pueden beneficiarse de tratamientos médicos que eviten la progresión de la enfermedad.