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Aysun Bayram, Aysel Özsaban, Çiğdem Torun Kiliç
Objetivo:
Definir las experiencias de atención omitida de enfermeras expuestas a violencia verbal por los pacientes.
Antecedentes:
La violencia verbal ocupa el primer lugar entre los tipos de violencia a las que se enfrentan las enfermeras en los entornos sanitarios. Esto puede provocar respuestas emocionales y físicas negativas y problemas en la interacción entre el paciente y la enfermera. Como resultado, puede ocurrir a que se omita la atención de enfermería, definida como atención omitida, pospuesta o incompleta en el proceso de la atención al paciente.
Métodos:
Este es un estudio fenomenológico. La muestra del estudio incluyó a 16 enfermeras que trabajaban en clínicas de pacientes hospitalizados y que informaron haber experimentado violencia verbal al menos una vez en Turquía. El estudio se realizó entre enero y febrero de 2022 con permiso institucional y aprobación del comité de ética (09/12/2021-2021/357). Para la recopilación de datos se empleó un método de entrevista semiestructurada. La información recopilada se sometió a un análisis temático utilizando un planteamiento inductivo. Se usaron los “Criterios Consolidados para Informar Investigación Cualitativa (COREQ, por su sigla inglés)” para documentar este estudio cualitativo basado en un protocolo integral.
Resultados:
Los tipos de violencia verbal a los que se enfrentaron con más frecuencia las enfermeras fueron groserías, insultos, gritos y amenazas. Los resultados del estudio se clasificaron en tres temas principales: (i) respuesta a la violencia verbal, (ii) experiencias de atención de enfermería omitida y (iii) sugerencias para afrontar la violencia verbal. Las emociones más sentidas ante la violencia verbal fueron sentirse tristes, inseguros y sin valor. Los comportamientos comunes de las enfermeras en respuesta al maltrato verbal fueron ignorar, acostumbrarse y desear alejarse. Los ejemplos de atención omitida incluyeron el uso de comunicación no terapéutica, posponer la atención o retirarse de la misma.
Conclusión:
La violencia verbal causó respuestas emocionales y conductuales negativas en las enfermeras, lo que, a su vez, afectó negativamente a la interacción enfermera-paciente. Estos resultados significan que la violencia verbal puede allanar el camino para la atención de enfermería omitida.
Implicaciones para la política de enfermería:
Según estos resultados, un proceso de atención de enfermería ininterrumpido debe centrarse en medidas preventivas contra la violencia verbal y aumentar el apoyo administrativo y legal ofrecido a las enfermeras.
