Rolando Monteza Calderón
Acc Cietna, el título de esta Revista significa en lengua muchik “mirar más allá”, justamente ante lo cotidiano, debemos ejercitar nuestra capacidad de asombro, reflexionar y, superando las apariencias fenoménicas, alcanzar la esencia misma de las cosas, como lo intentaremos ahora con el tema de la soledad. Este objetivo nos lleva a formularnos preguntas como estas: ¿Formará la soledad parte de nuestra naturaleza?, ¿por qué acecha nuestra vida?, ¿qué hacer cuando la soledad es producto del abandono?, ¿en qué medida el “cuidado” alivia, entre otras situaciones, la soledad? Buscar la respuesta a estas interrogantes ha sido el objetivo de este estudio. Su resultado aparecerá en los siguientes párrafos, organizados en torno a cuatro partes. En la primera vamos a conceptualizar lo que queremos decir cuando tratamos el tema de la soledad, y dada su múltiple significación, delimitaremos la realidad de la que vamos a hablar. En segundo término traemos a colación lo que produce la soledad en la vida del hombre, para pasar luego a la tercera parte, dedicada a presentar el cuidado como una actitud natural del hombre que permite remediar la soledad. La última parte, a modo de conclusión, es una exhortación dirigida a aquellos que como “buenos samaritanos” deben ayudar al prójimo que se encuentra padeciendo la soledad.