Esperanza Alonso Jiménez, Ismael Huerta González
En términos económicos y preventivos, la vacunación se ha demostrado como la medida más eficaz y rentable para prevenir enfermedades infecciosas inmunoprevenibles, tanto a nivel individual como comunitario. La gestión de los riesgos biológicos en el entorno laboral requiere de un sistema integral de gestión del riesgo, donde la vacunación juega un papel fundamental como elemento clave de protección personal. Se considera como un Equipo de Protección Individual (EPI) específico, y su suministro y uso obligatorio están regulados por normas legislativas que establecen la responsabilidad del empleador en su entrega, así como la capacitación en prevención y su utilización por parte del trabajador.
Las vacunas también constituyen la medida más efectiva en términos de salud pública y aportan grandes beneficios a la humanidad en la prevención de enfermedades. Este hecho ha sido evidente durante la reciente pandemia del COVID-19. La vacunación abarca una amplia gama de objetivos estratégicos que deben abordarse, como las enfermedades transmisibles, las enfermedades crónicas no transmisibles, los accidentes, los factores de riesgo, la equidad, el fortalecimiento del sector de la salud, la calidad de la atención y los desastres, las emergencias y las epidemias.
Por lo tanto, es fundamental aprovechar todos los recursos disponibles en el ámbito de la salud para garantizar la mayor cobertura vacunal posible en la población. Además, es crucial contar con un registro adecuado para no perder información relevante en relación con el proceso de vacunación. De esta manera, se puede asegurar una protección efectiva contra enfermedades y promover la salud y el bienestar de la sociedad en su conjunto.
In economic and preventive terms, vaccination has proven to be the most efficient and cost-effective measure to prevent immuno-preventable infectious diseases, both at individual and community level. The management of biological risks in the work environment requires a comprehensive risk management system, where vaccination plays a fundamental role as a key element of personal protection. It is considered as a specific Personal Protective Equipment (PPE), and its provision and mandatory use are regulated by legislative norms that establish the employer’s responsibility in its delivery, as well as the prevention training and its use by the worker.
Vaccines are also the most effective measure in terms of public health and bring great benefits to humanity in the prevention of diseases. This has been evident during the recent COVID-19 pandemic. Vaccination covers a wide range of strategic objectives to be addressed, such as communicable diseases, chronic non-communicable diseases, accidents, risk factors, equity, health sector strengthening, quality of care and disasters, emergencies and epidemics.
It is therefore essential to take advantage of all available health resources to ensure the highest possible vaccination coverage in the population. In addition, proper record keeping is crucial in order not to lose relevant information regarding the vaccination process. In this way, effective protection against diseases can be ensured and the health and well-being of society as a whole can be promoted.