Laura Chinchilla Moliner., Miriam Navas Monzón, Esther Anton Esteban., Ana Pascual Macaya, Israel Pedraza García, María Berta Royo Caballero.
El síndrome confusional agudo (SCA), también conocido como delirium, es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta especialmente a pacientes ancianos pluripatológicos. Se caracteriza por una afectación aguda y transitoria de la atención, conciencia y cambios en el pensamiento, percepción y conducta.
Aproximadamente un tercio de los pacientes hospitalizados mayores de 65 años desarrollan delirium durante su estancia hospitalaria, pero a menudo no se diagnostica correctamente. El SCA tiene una etiología multifactorial, con factores predisponentes, precipitantes y perpetuantes. Además, puede presentar diferentes tipos de manifestaciones clínicas como fluctuaciones en la conciencia, desorientación tempoespacial, depresión psicomotora, alucinaciones y trastornos del sueño, entre otros.
El manejo requiere un enfoque multidisciplinario que incluye la identificación y tratamiento de los factores precipitantes, el uso de estrategias farmacológicas y no farmacológicas, y la detección temprana para reducir complicaciones y mejorar los resultados clínicos.
Acute confusional syndrome (ACS), also known as delirium, is a neuropsychiatric disorder that particularly affects elderly patients with multiple pathologies. It is characterized by an acute and transient impairment of attention, consciousness, and changes in thinking, perception, and behavior.
Approximately one-third of hospitalized patients over 65 years old develop delirium during their hospital stay, but it is often not correctly diagnosed. ACS has a multifactorial etiology, with predisposing, precipitating, and perpetuating factors. It presents different types of clinical manifestations such as fluctuations in consciousness, temporal-spatial disorientation, psychomotor depression, hallucinations, and sleep disturbances, among others.
Management requires a multidisciplinary approach that includes identification and treatment of precipitating factors, use of pharmacological and non-pharmacological strategies, and early detection to reduce complications and improve clinical outcomes.