Raquel Calavia Calvo, Silvia Navarro Rero, Beatriz Franco Escura, Beatriz Ventura Laborda, Cristina Santos Marco, Carlos Agullo Elena
Muchos enfermos, al final de su vida, padecen un sufrimiento intenso en el contexto de síntomas refractarios (aquellos que no pueden ser adecuadamente controlados con los tratamientos disponibles, aplicados por médicos expertos). La sedación paliativa es la disminución deliberada del nivel de consciencia del enfermo, con el objetivo de evitar un sufrimiento insoportable causado por uno o más síntomas refractarios5. Debe cumplir una serie de requisitos para ser considerada una práctica ética y lícita, como son: la intención de aliviar el sufrimiento, una valoración correcta del sufrimiento y síntomas que lo provocan, la obtención del consentimiento informado y el uso de los fármacos indicados y a las dosis adecuadas. Puede realizarse bien en ámbito hospitalario, bien en domicilio, según preferencias del enfermo, siendo en este último caso la vía subcutánea la de elección. El fármaco de primera línea es el midazolam, tanto intravenoso como subcutáneo, y en el caso de que el síntoma principal sea el delirium utilizaremos la levomepromazina. La sedación puede plantearse de forma intermitente o continua. Es imprescindible una monitorización del enfermo sedado, tanto del nivel de sedación adquirido como de signos o síntomas de sufrimiento, y un acompañamiento de la familia.
Many patients, at the end of their lives, suffer intense suffering in the context of refractory symptoms (those that cannot be adequately controlled with available treatments, applied by expert doctors). Palliative sedation is the deliberate reduction of the patient´s level of consciousness, with the aim to avoiding unbearable suffering caused by one or more refractory symptoms. It must meet a series of requirements to be considered an ethical and legal practice, such as: the intention to alleviate suffering, a correct assessment of the suffering and symptoms that cause it, obtaining informed consent and the use of the indicated drugs and at the appropriate times adequate doses. It can be performed either in a hospital setting or at home, depending on the patient´s preferences, in the latter case the subcutaneous route is the one of choice. The first-line drug is midazolam, both intravenous and subcutaneous, and if the main symptom is delirium, we will use levomepromazine. Sedation can be given intermittently or continuously. It is essential to monitor the sedated patient, both the level of sedation acquired and signs or symptoms of suffering and support from the family.