María José Otero López
Los errores de medicación constituyen un grave problema de salud pública, reconocido actualmente como tal por profesionales sanitarios, sociedades, autoridades sanitarias y organizaciones internacionales.
Por ello se está promoviendo la búsqueda e implantación de prácticas efectivas dirigidas a mejorar la seguridad en la utilización de los medicamentos.
En este artículo se describen brevemente algunas de las nuevas iniciativas prácticas que se han propuesto en los últimos años para prevenir los errores de medicación en el ámbito hospitalario. Estas iniciativas de mejora se basan en la instauración progresiva de una cultura institucional de seguridad y en el establecimiento de diversas prácticas para reducir los errores o para detectarlos a tiempo, impidiendo que causen efectos adversos a los pacientes.
Entre estas nuevas iniciativas se mencionan las prácticas de seguridad aprobadas por el National Quality Forum y los nuevos objetivos de seguridad nacionales que exige la Joint Comission on Healthcare Accreditation desde 2003. Asimismo se mencionan algunas estrategias que se han ideado para facilitar la aplicación de estas prácticas, como son las Vías para la Seguridad de los Medicamentos, el desarrollo de proyectos colectivos entre hospitales y organizaciones expertas, o la introducción en los hospitales de la figura del especialista en seguridad en el uso de los medicamentos como apoyo para implantar estas prácticas.
Por último, se destaca la dificultad que entraña llevar a la realidad asistencial estas prácticas de prevención de errores, paso que evidentemente es necesario afrontar para conseguir que realmente mejore la seguridad de los pacientes.