Durante miles de años, la marihuana (Cannabis sativa) se ha utilizado como medicina y con fines recreativos y espirituales. Los fitocannabinoides son una familia de compuestos biológicamente activos que se encuentran en la planta de Cannabis, que es conocida por sus efectos psicotrópicos y eufóricos. Entre los usos medicinales que se atribuyen a esta planta, y de los cuales ya existe evidencia preclínica y clínica, destaca el tratamiento del dolor crónico. El dolor es un proceso complejo modulado por muchos factores, lo que dificulta el desarrollo de blancos terapéuticos simples. Debido a la falta de eficacia y a los efectos secundarios de algunos de los fármacos utilizados actualmente para tratar el dolor crónico, la investigación científica y médica ha enfocado la mirada en una alternativa potencial: la marihuana.