Andrea Monserrat Negrete Paz
Casi una sexta parte de la población mundial enferma y a menudo fallece todos los años a causa de enfermedades que pueden tratarse o prevenirse mediante una vacuna o la administración de un solo medicamento, pero en poblaciones rurales y agrícolas o en situación de pobreza el poco acceso a los servicios de salud junto con otros factores socioeconómicos dificulta esta tarea. Afecciones milenarias como la lepra, tan comunes como la enfermedad de Chagas o prevenibles como las lombrices intestinales pertenecen a este grupo de enfermedades conocidas como desatendidas. Estas enfermedades representan una carga enorme en las comunidades y las personas en situación de pobreza porque generan una pérdida de ingresos y el estigma crónico y la discriminación asociados con sus secuelas. La pobreza no es solo una cuestión socioeconómica, es también un problema de salud de primer orden.