Introducción. El uso de la simulación en cirugía ha permitido acortar las curvas de aprendizaje mediante la práctica deliberada. A pesar de que se ha incorporado previamente, aún no existen recomendaciones claras para estandarizar su desarrollo e implementación. Este manuscrito pretende compartir recomendaciones basadas en nuestra experiencia, con más de doce años empleando y mejorando una metodología en la simulación quirúrgica laparoscópica. Temas de reflexión. Para transferir las habilidades quirúrgicas a un aprendiz, basamos nuestra metodología en un marco de tres pilares: El hardware y la infraestructura (herramientas con las que entrenar), el programa de entrenamiento (qué hacer), y la retroalimentación (cómo mejorar). La implementación de un programa rentable es factible: el hardware no necesita ser de alta fidelidad para transferir las habilidades, pero el programa necesita ser validado. Estos pilares han evolucionado a lo largo del tiempo incorporando tecnología: la presencia de expertos ha evolucionado a una modalidad remota y asincrónica mediante la grabación en vídeo de la ejecución del alumno, y permitiendo su retroalimentación. Aquel que entrega retroalimentación no tiene que ser necesariamente un clínico experto en la materia, sino una persona previamente formada como instructor. Esto permite una práctica deliberada hasta dominar la habilidad y establecer curvas de aprendizaje. Conclusiones. Se han presentado recomendaciones basadas en la experiencia de nuestro centro, explicando el marco de nuestra estrategia. Teniendo en cuenta estas sugerencias, se espera que nuestra metodología de simulación pueda ayudar al desarrollo e implementación de programas efectivos basados en la simulación a otros grupos e instituciones.
Introduction. The use of simulation in surgery has made it possible to shorten learning curves through deliberate practice. Although it has been incorporated long ago, there are still no clear recommendations to standardize its development and implementation. This manuscript aims to share recommendations based on our experience of more than twelve years of employing and improving a methodology in laparoscopic surgical simulation. Topics for Reflection. To transfer surgical skills to a trainee, we base our methodology on a three-pillar framework: The hardware and infrastructure (tools to train with), the training program itself (what to do), and the feedback (how to improve). Implementing a cost-effective program is feasible: the hardware does not need to be high fidelity to transfer skills, but the program needs to be validated. These pillars have evolved over time by incorporating technology: the on-site guidance from experts has changed to a remote and asynchronous modality by video recording the trainee’s execution, and by enabling remote and asynchronous feedback. The feedback provider does not necessarily have to be an expert clinician in the subject, but a person previously trained to be a trainer. This allows for deliberate practice until mastery has been reached and learning curves are consolidated. Conclusions. Recommendations based on the experience of our center have been presented, explaining the framework of our strategy. Considering these suggestions, it is hoped that our simulation methodology can aid the development and implementation of effective simulation-based programs for other groups and institutions.