Introducción: El envejecimiento incrementa el riesgo de trombosis y fenómenos embólicos, trae cambios fisiológicos y comorbilidades como la fibrilación auricular que hacen complejo el inicio y la seguridad de la anticoagulación. A pesar de la mayor disponibilidad de clínicas de anticoagulación y nuevos anticoagulantes orales, es bajo el porcentaje de adultos mayores que están anticoagulados aunque tengan indicación plena y ausencia de contraindicaciones. Objetivo: Revisar las principales estrategias para predecir y disminuir el riesgo de sangrado con el empleo de anticoagulantes orales en pacientes adultos mayores frágiles. Metodología: Se realizó una búsqueda sistemática sobre estudios que evaluaran la seguridad y eficacia de anticoagulantes orales en pacientes con fibrilación auricular en adultos mayores de 65 años, y una búsqueda de estudios sobre el síndrome de fragilidad y su impacto en el adulto mayor anticoagulado. Resultados y Discusión: Se ha denominado fragilidad al porcentaje de adultos mayores que presentan un mayor deterioro de sus sistemas biológico, físico y cognitivo, conduciendo a una mayor probabilidad de desenlaces adversos en salud, discapacidad y muerte. Se han estudiado características clínicas que permiten identificar pacientes como frágiles; el fenotipo de fragilidad de Linda Fried evalúa esas características; además, existen estrategias de monitoreo de los anticoagulantes orales que deben ser conocidos para minimizar el riesgo de eventos adversos. Conclusiones: el anciano frágil presenta factores de riesgo que probablemente afectan la eficacia y seguridad de la terapia con anticoagulantes orales. Las guías clínicas existentes no proveen la suficiente evidencia y no consideran de manera multidimensional al paciente geriátrico.
Introduction: Aging increases the risk of thrombosis and embolic phenomena. It also brings physiological changes, and comorbidities such as atrial fibrillation that makes complex the onset and safety of anti-clotting. Despite the greater availability of anti-clotting clinics and new oral anticoagulants, the percentage of elderly who are anticoagulated is low, even though they have indications and no contraindications. Objective: To review the main strategies to predict and reduce the risk of bleeding with the use of oral anti-clotting in fragile elderly patients. Methodology: A systematic search was conducted on studies evaluating the safety and efficacy of oral anticoagulants in patients with atrial fibrillation in adults older than 65 years, and a search for studies on the frailty syndrome and its impact on the elderly anticoagulated. Results and Discussion: Fragility has been termed to the percentage of elderly who were diagnosed with a greater deterioration of their biological, physical and cognitive systems, leading to a greater probability of adverse outcomes in health, disability and death. Some clinical features have been studied to identify patients as fragile; Linda Fried's frailty phenotype evaluates these characteristics; furthermore, there are strategies for monitoring oral anticoagulants that should be known to reduce the risk of adverse events. Conclusions: The frail elderly has some risk factors that are likely to affect the efficacy and safety of oral anti-clotting therapy. Existing clinical guidelines do not provide enough evidence and do not consider the elderly patient in a multidimensional manner.