Mayra Chávez Courtois, Estela Ytelina Godínez Martínez
Fundamentos: La dieta habitual de embarazadas residentes de zonas con alto grado de marginación, no favorece el mantenimiento de un estado nutricio óptimo.
Métodos: Estudio transversal, se analizaron factores socioeconómicos que determinaron la dieta habitual de 71 mujeres embarazadas de un municipio marginal de México. Se aplicaron cuestionarios: sociodemográfico, recordatorio de 24 horas de consumo de alimentos y actividades habituales.
Resultados: Más del 80% tuvo consumo dietético insuficiente de múltiples micronutrientes. El ingreso mensual de las mujeres se correlacionó con el nivel educativo (r=0,42, p=0,039), éste se correlacionó con el porcentaje de adecuación de ingesta de energía (r=0.28, p=0,017), carbohidratos (r = -0,32, p = 0,006), proteínas (r= 0,34, p=0,004), lípidos (r=0,30, p =0,012) y vitamina C (r=0,34, p=0,003). El nivel educativo determinó el 8% en la variabilidad de la adecuación de ingesta de energía (r2=0,08, F=5,87, p=0.018). Los indicadores que se correlacionaron con el estado nutricio (p<0,05) fueron, nivel educativo de la pareja, afiliación a un seguro de salud gubernamental, existencia de tiendas de abarrotes y acceso de alimentos en su comunidad.
Conclusiones: Las políticas públicas enfocadas en la reducción de la morbilidad materna, deberían considerar como esenciales, el nivel educativo y acceso de variedad de alimentos en estas comunidades.
Background: Diet of pregnant inhabitants of areas with high levels of marginalization does not favor an optimal nutritional status.
Methods: This cross-sectional study analyze the socio-economic factors that determine the usual diet of 71 pregnant woman from a marginal municipality in Mexico. Socio-economic questionnaires, 24-hour diet record consumption and regular activities were applied.
Results: More than 80% had insufficient dietary intake of multiple micronutrients. Women's monthly income was correlated with education level (r=0.42, p=0.039) which in turn was correlated with the percentage of intake adequacy of energy (r=0.28, p=0.017), carbohydrates (r = -0.32, p = 0.006), proteins (r= 0.34, p=0.004), lipids (r=0.30, p =0.012) and vitamin C (r=0.34, p=0.003). Education level was responsible for 8% of the variability of intake adequacy of energy (r2=0.08, F=5.87, p=0.018). Couple’s education level, enrollment in the government health insurance, presence of grocery stores and geographical access to food were correlated with indicators of nutritional status (p<0.05).
Conclusions: Public policies focused to reduce maternal morbidity should consider the educational level and geographical access to a variety of foods in these communities.