Luis Arturo Camacho Silvas
La resistencia bacteriana es una constante batalla que representa un problema de Salud Pública. Tan es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera de sus prioridades en salud, debido al impacto que genera tanto en la salud (dado que proyecciones recientes indican que para 2050 se producirán más muertes por esta causa que las ocasionadas actualmente por el cáncer), como a su impacto económico (que, de acuerdo a un estudio reciente en el Reino Unido(1), costará a la economía mundial un estimado de 100 billones de dólares anualmente). La veloz aparición de bacterias multirresistentes y panresistentes es un fenómeno de índole mundial, cuestionando la eficacia antibiótica. Implementar protocolos y recomendaciones es vital, de igual forma que es necesario conciencias al personal sanitario, tomando como base el conocimiento de generación de resistencia y su impacto a través de los años, potenciado por la actual pandemia de la COVID-19.
Bacterial resistance is a constant battle representing a Public Health trouble. So much, that the World Health Organization considerate Public Health as a priority in health, due to the impact that generates as much as in health (giving that recent projections indicate that by 2050 it’ll be produced more deaths because of this than the ones occasioned because of cancer) as its economic impact (which, according to a recent study in the United Kingdom(1), it’ll cost the world’s economy an estimated of 100 trillion dollars). The quick appearance of multidrug-resistant and pandrug-resistant bacteria is a world nature phenomenon, questioning the antibiotics efficiency. Implement protocols and recommendations is essential, just as essential and necessary as give awareness to health personnel, taking as base the knowledge of resistance generation and its impact through the years, empowered by the actual pandemic of COVID 19.