Óscar S. Catalán Éstebanez, Miriam Añaños Blazquez, Melania Tornero Bueno, Alicia Gracia García, Marina Echevarría Capmartín, María Ángeles Mallor Blasco
El sondaje vesical se basa en la inserción de una sonda a través de la uretra hasta la vejiga con el objetivo de evacuar la orina. También es posible el acceso a la vejiga directamente puncionando con un catéter especial a nivel suprapúbico. El paciente con sonda vesical permanente y la persona que lo cuide, en caso de no ser autónomo, tendrá que asimilar y realizar unos autocuidados de forma correcta, para evitar la aparición de complicaciones (infecciones, obstrucciones de la sonda…). Así mismo, el paciente deberá saber afrontar una serie de problemas psicosociales derivados de su nueva circunstancia. En algunas ocasiones, aquellas actividades de la vida cotidiana que anteriormente no representaban ningún problema pueden comenzar a suponer, en una persona con sonda permanente, una fuente de miedos, dudas y complejos. Todo paciente que sea dado de alta a su domicilio con una sonda vesical permanente deberá llevar claras las pautas a seguir. Además, la enfermera de su centro de salud deberá ir evaluando periódicamente la forma en que el paciente realiza los autocuidados de la sonda, así como la posible aparición de complicaciones y señales de alarma. El papel de la enfermera será fundamental en la educación del paciente y su familia, ayudándole a resolver sus dudas y a afrontar la nueva situación.
Bladder catheterization consists of inserting a catheter into the bladder through the urethra to evacuate urine. The bladder can also be accessed directly by puncturing it with a special suprapubic catheter. The patient with an indwelling bladder catheter and the person who cares for him, in case of not being autonomous, will have to learn to carry out self-care correctly, to avoid the appearance of complications (infections, obstruction of the catheter…). Likewise, the patient will have to face a series of psychosocial problems derived from the new situation. Activities of daily life and of social and family life that until now did not represent any problem, can suppose, in a person with an indwelling tube, a source of fears, doubts and complexes. Every patient who is discharged home with an indwelling bladder catheter must have clear guidelines to follow. And the nurse at your health center should periodically assess the way in which you self-care for the probe and the possible appearance of complications and alarm signals. The role of the nurse will be fundamental in the education of the patient and his family, helping him to solve his doubts and to face the new situation.