Isabel Domínguez Lozano, Cristina Pablos Mur, María Ángeles Navarro Peiró, Gema Montón
El síndrome de Munchausen Por Poderes (SMPP) clasificado en el DSM-5 dentro de la categoría de trastornos por síntomas somáticos y trastornos relacionados, se conoce como Trastorno facticio aplicado a otro. Como peculiaridad, en esta entidad, diagnosticamos al cuidador y no al paciente por el que a priori solicitan asistencia médica.
Este síndrome se presenta también en forma de falsas alegaciones de abuso sexual y/o físico que no se dan dentro de un contexto de disputa por la custodia de los hijos o de separación parental, sino normalmente sino normalmente asociado con presencia de enfermedades ficticias. La edad de los niños implicados en esta forma de presentación del síndrome suele ser entre los 3 y 9 años de edad. Las alegaciones normalmente suelen ser hechas por las madres de la victimas a uno o a más servicios sociales, policía, médicos, profesionales, etc. Los niños pueden ser entrenados para desvelar con realismo las historias de abuso sexual y, después de repetir su relato en varias ocasiones, pueden tener dificultad para distinguir la realidad de la ficción.
Munchausen Syndrome By Proxy (SMPP) classified in the DSM-5 within the category of disorders due to somatic symptoms and related disorders, is known as Factitious Disorder applied to another. As a peculiarity, in this entity, we diagnose the caregiver and not the patient for whom they request medical assistance a priori.
This syndrome also presents itself in the form of false allegations of sexual and/or physical abuse that do not occur within the context of child custody disputes or parental separation but are usually associated with the presence of fictitious illnesses. The age of the children involved in this form of presentation of the syndrome is usually between 3 and 9 years of age. The allegations are usually made by the mothers of the victims to one or more social services, police, doctors, professionals, etc. Children can be trained to tell stories of sexual abuse realistically and, after repeating their story several times, may have difficulty distinguishing fact from fiction.