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Silvia Sánchez Flecha, Sanny Flores
Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró como pandemia a la COVID 19, el pasado 11 de marzo de 2020, se ha modificado drásticamente la forma de vivir de las personas a nivel mundial. Esta nueva forma de vivir, adecuada al protocolo de bioseguridad, recomendado desde los inicios, permite el autocuidado y un cuidado colectivo eficaz para hacer frente a la enfermedad, aunque perturba a la vez, la práctica de demostraciones de relacionamiento social; alterando, asimismo, el bienestar personal. El estrato más afectado en este contexto es el de las mujeres, ya que, desde siempre, el colectivo femenino ha tenido que luchar doblemente para conseguir reconocimiento social, generalmente relacionado al género. La mujer cumple varios roles, es madre, esposa, profesional, y muchos otros, habitualmente en forma simultánea. La suma de las tareas que estos roles implican, comporta un alto impacto emocional y físico, situación que se ha exacerbado con la pandemia, por ejemplo: trabajar por cuadrillas en la oficina, separando a las personas de confianza del entorno laboral, educación en linea de los hijos y la propia, aumentando las tareas, el cuidado de personas mayores, normalmente los padres, solo por mencionar algunas. Es imperativo reconocer el significativo espacio que ocupa en la sociedad y promover sus derechos, teniendo en cuenta que el mundo se encuentra en un momento conveniente para el cambio. Es necesario crear conciencia acerca del futuro que deja esta pandemia. Se necesita una presencia femenina relajada, fresca, sana, fuerte para continuar con tan relevante trabajo.
Since the World Health Organization declared COVID-19 a pandemic on March 11, 2020, the way people live globally has changed dramatically. This new way of living, appropriate to the biosecurity protocol, recommended from the beginning, allows self-care and effective collective care to face the disease, although it disturbs at the same time, the practice of demonstrations of social relationship; also altering personal well-being. The stratum most affected in this context is that of women, since, since always, the female collective has had to fight doubly to achieve social recognition, usually related to gender. The woman fulfills several roles, is mother, wife, professional, and many others, usually simultaneously. The sum of the tasks that these roles involve, entails a high emotional and physical impact, a situation that has been exacerbated by the pandemic, for example: working by crews in the office, separating trusted people from the work environment, online education of children and one's own, increasing tasks, caring for the elderly, usually parents, just to mention a few. It is imperative to recognize the significant space it occupies in society and to promote its rights, bearing in mind that the worldis at a convenient time for change. There is a need to raise awareness about the future of this pandemic. It takes a relaxed, fresh, healthy, strong female presence to continue with such relevant work.
