This situation of uncertainty and constant tension generated by SARS-CoV-2has led to an increase in stress for the general population and for healthcareprofessionals in particular. triggering short-term anxiety reactions andaggravation of existing mental health problems, not to mention those that arebeing generated in the short or medium term in the entire population worldwide.Nursing is always at the forefront in healthcare crises, including this pandemic;Around the world, nurses face enormous challenges, including providing mentalhealth care for the entire population. Nurses must be, now more than ever,present in the community, organize ourselves well and reaffirm our socialcommitment to caring for citizens. We must be present, make our actions visiblein the care offered to society, go out to the streets to take care of people in theircontexts, in their homes. Carry out telephone follow-up to infected people, offeremotional and psychological support. In short, to support and respond to all theneeds of today's society, threatened by this virus. Depending on the workplaceof each one, we have seen professionals working to the limit, such is the caseof emergency services, primary care, intensive care units, internal andpreventive or infectious medicine. Therefore, from all directions we are askedfor responsibility, not to abandon ship and a moral and professionalcommitment even greater if possible. The first-line professionals in thispandemic are nurses, they have given themselves body and soul, serving allcitizens, in the moments of greatest vulnerability caused by a virus that hascome to stay. That is why psychological support for these professionals isessential to be able to “take care of the caregiver” and attend to the vital needsof the professionals, who are also vulnerable people
Esta situación de incertidumbre y tensión constante generados por el SARS-CoV-2, ha supuesto un aumento del estrés de la población en general y en los profesionales sanitarios en particular, desencadenando reacciones de ansiedad a corto plazo y agravamiento de los problemas de salud mental existentes, por no hablar de los que se están generando a corto o medio plazo en toda la población a nivel mundial. Enfermería, siempre está al frente en las crisis de atención sanitaria, incluida esta pandemia; en todo el mundo, las enfermeras se enfrentan a enormes desafíos, incluida la atención a la salud mental de toda la población. Las enfermeras debemos estar, ahora más que nunca, presentes en la comunidad, organizarnos bien y reafirmar nuestro compromiso social con el cuidado de la ciudadanía. Debemos estar presentes, visibilizar nuestras acciones en cuidados ofrecidos a la sociedad, salir a la calle a cuidar de las personas en sus contextos, en sus domicilios. Realizar seguimiento telefónico a las personas contagiadas, ofrecer apoyo emocional y psicológico. En definitiva, dar soporte y respuesta a todas las necesidades de la sociedad actual, amenazada por este virus. Dependiendo del lugar de trabajo de cada uno, hemos visto a profesionales trabajando al límite, tal es el caso de los servicios de urgencias, atención primaria, unidades de cuidados intensivos, medicina interna y preventiva o infecciosos. Por lo tanto, desde todas las direcciones se nos pide responsabilidad, no abandonar el barco y un compromiso moral y profesional mayor aún si cabe. Los profesionales de primera línea en esta pandemia son de enfermería, se han entregado en cuerpo y alma atendiendo a toda la ciudadanía, en los momentos de mayor vulnerabilidad provocada por un virus que ha venido para quedarse. Es por ello que el apoyo psicológico a estos profesionales es fundamental para poder “cuidar al que cuida” y atender a las necesidades vitales de los profesionales, que también son personas vulnerables.