El tratamiento del dolor debe considerarse una de las prioridades del cuidado de los pacientes que han sido sometidos a una intervención quirúrgica, ya que provoca un sufrimiento innecesario y contribuye a que se produzcan complicaciones que retrasen notablemente la recuperación.
A pesar de los avances en las últimas décadas, el tratamiento del dolor continúa siendo poco eficaz en un gran número de pacientes, quienes aseguran haber sentido dolor tras una intervención quirúrgica pese a la analgesia pautada.
La correcta valoración del dolor es fundamental para establecer una adecuada terapia antiálgica. En este trabajo se revisan los procedimientos de valoración más utilizados: la utilización de escalas para los aspectos subjetivos descritos por el propio paciente y los indicadores objetivos que puede reflejar un observador