La actividad deportiva y la práctica de ejercicio físico han ido creciendo en los últimos años y con ello también se han incrementado las lesiones. Aunque los traumatismos craneoencefálicos (TCE) representan una pequeña proporción de todas las lesiones deportivas, sus consecuencias, a corto o largo plazo, hacen que sean un motivo de preocupación importante, pudiendo tener implicaciones para la práctica deportiva. El enfoque principal de los TCE se centra en las conmociones cerebrales (CC), que se cree que representan el 80% de las visitas a urgencias relacionadas con traumatismos craneoencefálicos. Existe la sospecha de que, en muchos casos, las CC no son diagnosticadas o no son evaluadas por profesionales médicos, aunque con el desarrollo de herramientas de valoración que incluyen pruebas neuropsicológicas, neuroimagen y análisis de equilibrio y marcha, se ha mejorado mucho tanto en el diagnóstico como en el manejo de pacientes con esta patología.