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Leticia San Martín Rodríguez 
, Paula Escalada Hernández , Mª Nelia Soto Ruiz, Marta Ferraz Torres, Irati Rodríguez Matesanz, Cristina García Vivar
Objetivo:
Analizar el impacto de la pandemia del COVID-19 en la salud mental de las enfermeras que han trabajado en centros sanitarios de atención primaria, secundaria y terciaria de Navarra (España).
Antecedentes:
Los trabajadores sanitarios, especialmente las enfermeras, corrieron un alto riesgo de desarrollar problemas de salud mental durante la pandemia del COVID19.
Introducción:
España se sitúa entre los países europeos con mayor incidencia y mortalidad por el COVID-19 y presenta un déficit del 31 % en el número de enfermeras respecto a la media de la Unión Europea.
Métodos:
Este fue un estudio transversal en el que participaron 800 enfermeras registradas en Navarra, España. Se utilizaron cuatro instrumentos estandarizados, junto con un cuestionario autoadministrado en línea, para medir el impacto en términos de depresión, ansiedad, insomnio y trastorno de estrés postraumático. Se utilizó la lista de verificación STROBE para estudios transversales para informar este estudio.
Resultados:
De las 800 enfermeras, el 68 % presentaron algún nivel de depresión, ansiedad, insomnio y angustia, y de estas, el 38 % manifestaron síntomas moderados o graves. Quienes han trabajado en unidades hospitalarias COVID en residencias geriátricas mostraron un mayor impacto en su salud mental.
Discusión:
La presión sostenida que han experimentado las enfermeras en su trabajo durante la pandemia del COVID-19 ha afectado negativamente a su salud mental.
Conclusión:
Este estudio encontró que las enfermeras que han trabajado en unidades COVID de hospitales y residencias geriátricas durante la pandemia tuvieron peores resultados de salud mental.
Implicaciones para enfermería/política:
Las recomendaciones para la política de enfermería incluyen la necesidad de implementar programas de coaching y emocionales que apoyen a las enfermeras en primera línea de la pandemia. También existe una necesidad urgente de implementar programas formativos nacionales que fortalezcan la preparación para emergencias sanitarias, mejorar la capacidad de respuesta y aumentar la resiliencia de las enfermeras ante los desastres.
