Paola Cáceres Rodríguez, Bernardita Daniels Silva, Sonia Sandoval Rojas, Claudia Lataste Quintana, Evelyn Bustamante González, Patricia Gálvez Espinoza
Fundamentos: La pandemia por COVID-19 ha conducido a una crisis socioeconómica, aumentando la inseguridad alimentaria. Las medidas gubernamentales no han sido suficientes y la comunidad se ha organizado para solucionar sus necesidades alimentarias. En Chile resurgieron las “Ollas Comunes” (OC):
organizaciones sociales autogestionadas cuyo propósito es alimentar a miembros de la comunidad en situación de hambre. El objetivo del estudio es describir los elementos característicos del funcionamiento de las OC en Chile durante la pandemia por COVID-19.
Métodos: Estudio descriptivo transversal, que utiliza datos cuantitativos y cualitativos. A través de un formulario online, se recolectó información de 117 OC a nivel nacional.
Resultados: En promedio, 9 personas trabajan en las OC, con diferentes tareas. Las OC operaban principalmente 3 días a la semana, mayormente en espacios comunitarios en barrios más vulnerables. Los/as voluntarios/as reconocen que las OC surgen por una necesidad de la comunidad que el gobierno no es capaz de atender; las OC promueven la participación social y son una ayuda para la población vulnerable.
Conclusiones: Esta investigación podría ayudar a desarrollar políticas públicas que consideren a estas organizaciones comunitarias y su rol frente a la inseguridad alimentaria, así como aprovechar la capacidad ya instalada por la comunidad.
Background: The COVID-19 pandemic has led to a socioeconomic crisis, increasing food insecurity.
Government measures have not been enough, and the community has organized itself to solve its food needs. In Chile, the "Ollas Comunes" (OC) have re-emerged: self-managed social organizations whose purpose is to feed community members in a situation of hunger. The study aims to describe the characteristic elements of the operation of the OC in Chile during the COVID-19 pandemic.
Methods: This is a cross-sectional and descriptive study, which uses quantitative and qualitative data.
Through an online form, information was collected from 117 OC nationwide.
Results: On average, nine people work in the OC, with different tasks. The OC operated mainly three days a week in community spaces and in the more vulnerable neighborhoods. The volunteers recognized that the OC arose from a community need that the government could not attend to; the OC promoted social participation and helped the vulnerable population.
Conclusions: This research could help develop public policies that consider these community organizations and their role in food insecurity and take advantage of the community capacity.