Hildegart González Luis
Diversos estudios confirman que no existe una sintonía entre lo que las enfermeras son y lo que la sociedad conoce de ellas. Esta disociación genera consecuencias negativas en las propias enfermeras, en los pacientes y en el conjunto de la sociedad. Este artículo describe y aporta evidencia sobre una de las posibles causas que puede explicar por qué se produce esa desinformación. La hipótesis de partida es que las enfermeras no han recibido la formación adecuada para desarrollar la competencia comunicativa con todos los grupos de interés con los que interactuarán en su trayectoria profesional. La carencia es notoria cuando tienen que interactuar con los medios de comunicación. La mayoría de las enfermeras no han sido formadas para poder responder de manera eficaz a las demandas informativas que los periodistas pueden solicitarles. La escasa presencia de enfermeras en las informaciones que se publican sobre salud podría justificarse por lo tanto no sólo por el desconocimiento que los periodistas tienen sobre esta profesión, sino también por la falta de formación que las enfermeras han recibido al respecto durante su etapa universitaria. El artículo concluye animando a una reflexión / diálogo sobre esta cuestión desde los cuatro ámbitos en los que las enfermeras ejercen su profesión: asistencial, gestor, académico e investigador. Se confía en que este debate sea el germen que contribuya a que las enfermeras se formen para crear su propia narrativa. Con ello se favorecerá que la sociedad adquiera un conocimiento verdadero de lo que es la enfermería y lo que aporta a la salud del SXXI.
Several studies confirm that there is a mismatch between what nurses are and what society knows about them. This dissociation has negative consequences for nurses themselves, for patients and for society as a whole. This article describes and provides evidence on one of the possible causes that may explain why this misinformation occurs. The starting hypothesis is that nurses have not received adequate training to develop communicative competence with all the stakeholders with whom they will interact in their professional careers. The lack is notorious when they have to interact with the media. Most nurses have not been trained to be able to respond effectively to the informative demands that journalists may request from them. The low presence of nurses in the information published on health could therefore be justified not only by the lack of knowledge that journalists have about this profession, but also by the lack of training that nurses have received in this regard during their university studies. The article concludes by encouraging reflection/dialogue on this issue from the four areas in which nurses practice their profession: health care, management, academia and research. It is hoped that this debate will be the seed that will contribute to nurses being trained to create their own narrative. This will help society to acquire a true understanding of what nursing is and what it contributes to the health of the 21st century.