La revista "Tráfico", publicación oficial de la Dirección General de Tráfico, puntualiza en uno de sus números , que durante el período comprendido entre 1990 y 1993 perdían la vida un total de 392 ciclistas que, desde entonces y a pesar del aumento del parque ciclístico, no ha experimentado una clara progresión en cuanto al número de victima/año.
La cifra de aproximadamente 100 víctimas/año corresponde en el 43% de los casos a personas mayores de 50 años y en el 22% a jóvenes menores de 18 años. Por otro lado, se estima que el 25,4% de los ciclistas sufren, como término medio, un accidente/año.
La causa de dicha siniestralidad han sido objeto de debate socio-político en los últimos años. En una ponencia expuesta ante la Comisión de Educación y Cultura del Congreso, el Presidente de la Federación Vasca de Ciclismo, Sr. Ugarte Arce, orientaba la causalidad principal, de tales accidentes hacia los conductores de vehículos a motor, dividiéndolos entres modalidades: por golpe frontal-lateral de un vehículo a motor; por arrinconamiento lateral de un vehículo a motor; y por alcance de un vehículo de motor. En opinión, pues, del Sr.Ugarte la mayor culpa de loa accidentes que sufren los ciclistas recae sobre el conductor de vehículos a motor, conclusión que contrasta claramente con el análisis de la Dirección General de Tráfico que estima que la mayor parte de los accidentes (57%) son provocados por los ciclistas, el 40% por los conductores de vehículos de 4 ruedas y 2% por peatones. A destacar que menos de 1/3 de ciclistas usaba casco protector.
Se han realizado otros análisis en un intento de estudiar la influencia del tipo de usuario (Federado vs no Federado) y el tipo de vía (urbana vs interurbana) en las causas de los accidentes. En principio, la teórica ventaja que supone una mejora técnica y un mejor dominio de la bicicleta por parte del ciclista federado puede verse reducida por el mayor riesgo que asumen cuando circulan. Sin embargo, la tasa de 2,4 fallecidos en 5 años entre el colectivo de ciclistas federados en Euskadi (11.000 licencias) parece demostrar que, al menos en cuanto a siniestralidad mortal, existe una influencia de lo que podríamos denominar el "factor pericia".
Por otro lado, las observaciones sobre el tipo de vía utilizada parecen indicar un mayor riesgo en las interurbanas, especialmente si éstas carecen de arcén o si, aun disponiendo del mismo, no es respetado por el ciclista ni por el conductor.
Si bien desde el punto de vista médico tales disquisiciones pueden parecer irrelevantes, no es menos cierto que en este tema adquiere una notable importancia la prevención. Una vez ocurrido el percance, el manejo del paciente es bastante similar al que tiene lugar con otro tipo de pacientes politraumatizados, aunque acaso con ciertas peculiaridades que se señalarán más adelante.