A las Federaciones Españolas que contaban con deportistas femeninas se les envió un cuestionario en el que se las preguntaba por todos los aspectos relacionados con la alimentación, el ciclo menstrual, el entrenamiento y la competición. Al mismo contestaron 214:32 de atletismo, 26 de baloncesto, 39 de balonmano, 4 de esquí, 17 de gimnasia, 22 de halterofilia, 21 de hockey, 1 de judo, 1 de natación, 7 hockey, 1 de judo, 1 de natación, 7 de piragüismo, 4 de remo, 2 de tenis, 3 de tenis de mesa y 35 de voleibol.
De sus respuestas se puede deducir que los trastornos de la menstruación de nuestra deportista se hallan dentro de los límites de los padecidos por las de otros países, con la excepción de la amenorrea primaria consecutiva al esfuerzo, de la que no refieren ningún caso. En cuanto a la cantidad y la duración de las reglas existen muy pocas, diferencias con las mujeres no deportistas. Sin embargo, el dolor es más frecuente e intenso que en las que no hacen deporte y además empeora con el ejercicio, Muy pocas de las encuestadas llevan una dieta de alimentación especial, pero la gran mayoría de ellas consumen suplementos de vitaminas y minerales.
No toman alcohol en exceso y fuman poco. Sólo un pequeño porcentaje padece problemas de origen alimentario, pero únicamente el 1,40% sufre trastornos graves como la anorexia o la bulimia.
Los resultados de todas las encuestas se comparan con los hallados en las levantadoras de pesas.