Miguel Angel Escobar Bravo
La mayor parte de los instrumentos de medida de que disponemos en el ámbito de la salud han sido desarrollados inicialmente en otras lenguas distintas de la española, por lo que la preparación de versiones que puedan utilizarse de manera fiable en nuestro entorno cultural requiere que se siga un proceso que asegure la equivalencia conceptual con el instrumento original, pero que también garantice su aplicabilidad transcultural. La adaptación de un instrumento incluye, por supuesto, su traducción, su adaptación cultural e idiomática y la comprobación de las características psicométricas de fiabilidad y validez. En contra de lo que pudiera parecer, este proceso de adaptación cultural de instrumentos de evaluación no suele ser bien conocido, y existe la falsa idea de que basta traducir un cuestionario para obtener una versión culturalmente adaptada. En el presente trabajo aportamos algunos criterios que se deben tener presentes al poner en marcha dicho proceso, así como recomendaciones de índole práctica sobre cómo llevar a cabo una adecuada traducción y adaptación de un instrumento de medida.