En este trabajo nos proponemos mostrar una nueva faceta, hasta ahora no muy bien tratada por la escasa información sobre el particular, y es lo referente a ala esfera "psicosocial" y las alteraciones que puede ocasionar un mal estado bucal en el campo psicológico, en aquel deportista que descuida el cuidado de su boca. No sólo es responsable en el área puramente deportiva, por su relación ya conocida, con un buen estadio de forma física, motivo de múltiples estudios y estadísticamente comprobado, sino también aquellas situaciones que a causa de la popularidad y/o atracción que puede generar en otras personas el deportista de competición de cierta élite, son mermadas o alteradas sus cualidades de imagen, tanto en el trato directo como en los medios de comunicación visuales (TV, prensa), por culpa de una boca no muy bien cuidada y tratada (dientes cariados, extraídos, encías inflamadas y sangrantes, malposición o patología de oclusión), alterando la estética facial, lo cual puede implicar una preocupación adictiva al estrés propio de la prueba, con deterioro en la capacidad de concentración necesaria antes y durante la competición, desequilibrando ostensiblemente el estado de forma físico-psíquico completo.