• El mecanismo de acción del ácido hialurónico administrado intraarticularmente (AH-IA) es incierto; mostrando resultados de diferente magnitud entre articulaciones distintas. Curiosamente, la investigación se ha concentrado en la articulación de la rodilla.
• La evidencia científica de mayor validez sobre el uso clínico del AH-IA informa de la reducción del dolor y mejora de la función (1,5–3 meses), en personas de menos de 65 años con artrosis de rodilla leve-moderada que no hayan respondido, previamente, a otros tratamientos de uso convencional, apropiadamente prescritos y utilizados. En este escenario se ha estimado que sería preciso tratar a 17 personas, para obtener mejoría clínica relevante, en una de ellas.
• No se dispone de conocimiento científico válido y consistente, sobre la eficacia del AH-IA en las personas con artrosis de rodilla según el nivel de severidad de la artrosis o la edad (por encima de 65 años); o en relación a otras características relevantes, como son el sobrepeso, otros factores de tipo traumático-laboral, siendo estos los subgrupos de mayor necesidad.
• Se dispone de evidencias, de la misma calidad que la de ácido hialurónico, que informan que la administración intraarticular de suero salino es de eficacia similar al ácido hialurónico, en diferentes articulaciones, a corto y medio plazo.
• No se dispone de información válida sobre la incidencia de episodios adversos del AH-IA; ni sobre su gravedad y consecuencias. La información disponible no encuentra diferencias entre ácido hialurónico y suero salino.
• La inyección intraarticular podría ejecutarse de acuerdo a referencias anatómicas o con ayuda ecográfica, a través de los accesos más frecuentemente utilizados (suprarrotulianalateral, anterolateral o subrotuliana-lateral). Mientras que el soporte ecográfico parece contribuir a mejorar el dolor y la función a medio plazo; no se dispone de información válida que resuelva la incertidumbre sobre la vía de acceso asociada a mejores resultados.
• Estos resultados inciertos han sido obtenidos en estudios ejecutados en el ámbito especializado, por parte de profesionales con experiencia en diagnóstico y administración intraarticular de fármacos; no existiendo pruebas robustas sobre la eficacia en el ámbito de atención primaria de salud.