Luis Javier Negredo Bravo, Alexandra Arrieta Los Santos, Alejandra Beltrán Olazábal, Miluce Cano Quinte
• Los traumatismos suponen una parte importante de la patología oftalmológica urgente; en muchas ocasiones los accidentados son atendidos inicialmente por el médico de atención primaria.
• Una vez estabilizado el paciente se debe realizar una historia clínica detallada, sin olvidar examinar la agudeza visual.
• Los traumatismos contusos fuertes requieren la exploración de fondo de ojo.
• Los traumatismos abiertos del globo ocular representan los casos más graves y precisan un manejo quirúrgico precoz. Se debe manipular el ojo lo menos posible para evitar agravar las lesiones.
• Ante un traumatismo abierto, sospecha de cuerpo extraño intraocular o fractura ósea, hay que solicitar pruebas de imagen; la tomografía computarizada es la prueba de elección.
• En algunos casos el pronóstico visual puede ser malo a pesar de una rápida y correcta atención inicial. La información ofrecida al paciente y a su familia acerca de la gravedad del caso debe ser clara y objetiva.
• Siempre que se pueda, hay que incidir en las medidas de prevención para evitar traumatismos posteriores. Conviene buscar el momento más apropiada para ello.