J. Royo Moya, Mª S. Ara Usieto, Rosa Burgaleta Sáez, Francisco Javier Aztarain Diez
El alto rendimiento en el deporte ha estado siempre directamente relacionado con los aspectos psicológicos. Los psicólogos que trabajan en la mejora del rendimiento deportivo desde hace varias décadas , han tratado de estudiar de qué forma influían las características psicológicas de los deportistas en sus resultados.
Gran parte de los fracasos se achacaron a problemas debidos al manejo de la ansiedad y otros fueron enunciados incluso como "fobia al éxito". Con posterioridad otros autores han estudiado más intensamente la ansiedad y cómo ésta influye sobre el rendimiento deportivo. A lo largo de esta revisión se definen conceptos generales y otros más específicos (zona de función óptima, percepción del esfuerzo realizado, instrumentos de medición de ansiedad competitiva, etc), que han suscitado numerosas investigaciones y publicaciones durante los últimos años.
La ansiedad es considerada como un factor o rasgo permanente de la personalidad. Este es el grado de ansiedad que presenta generalmente un individuo en la mayoría de las situaciones. Es la disposición latente a comportarse de manera más o menos ansiosa bajo situaciones de stress.
La ansiedad es también considerada como un estado temporal, aquella evocada por circunstancias especiales; se refiere a los sentimientos subjetivos de tensión que un individuo experimenta en determinadas circunstancias percibidas como amenazadoras, sin relación con el verdadero peligro presente.
Algunas de las manifestaciones somáticas de la ansiedad más inmediatas son: Palpitaciones, tensión muscular, sensación de fatiga, irritabilidad, boca seca, sensación de frío, agarrotamiento de manos y pies, peso en el estómago, ganas de orinar, distorsión visual, temblores, náuseas, vómitos, meteorismo, aumento de la tensión arterial aceleración del ritmo cardiaco y respiratorio. Algunos de los indicios cognoscitivos son: confusión, olvido de detalles, incapacidad para concentrarse y para tomar decisiones.
Se presentan interacciones entre el factor riesgo (permanente) de la personalidad y la aparición del factor estado (situacional y temporal); un alto nivel de ansiedad-rasgo predispone generalmente los individuos a tener niveles elevados de ansiedad-esto en situaciones percibidas como estresantes y amenazadoras para su prestigio y autoestima.
Por tanto, en el deporte de competición, la persona con una ansiedad-rasgo elevada es generalmente más propensa a experimentar sentimientos de ansiedad-estado elevada que la persona con nivel bajo de ansiedad--rasgo. Esta situación depende de cómo un individuo interpreta las circunstancias competitivas particulares. Su interpretación se verá influida por diversos factores tales como las experiencias anteriores, la capacidad y el entrenamiento en el manejo del stress.
En las bases de la valoración de ansiedad precompetitiva y rendimiento deportivo se encontró que cada atleta rinde mejor cuando su ansiedad precompetitiva está dentro de un rango estrecho. Además este rango o zona de óptimos resultados puede ser bajo, moderado o alto, dependiendo de cada atleta en particular. Cuando la ansiedad precompetitiva se sitúa fuera de este rango, el rendimiento se deteriora.