Acceso usuarios
Andreu Arquer Porcell
Cualquier prueba deportiva de tipo competitivo conlleva unos objetivos que a menudo obligan a no tener en cuenta los requisitos para una práctica deportivo saludable y exenta de lesiones.
La marcha atlética no es una excepción a esta norma, a pesar de ser el deporte más natural de todos -en su esencia consiste simplemente en caminar rápido-. Quizá por ello se explica el reducido número y la poca gravedad de las lesiones de esta modalidad atlética, por otra parte muy aparatosa estéticamente. La única lesión de importancia por su frecuencia es la osteopatía de pubis, seguida a distancia por tendinitis variadas de extremidades inferiores, debidas básicamente al elevado kilometraje que realizan sus practicantes. El tratamiento y la prevención de dichas lesiones pasará de forma inevitable por la corrección de los defectos técnicos (s los hubiere), y , en la particular, de las alteraciones del apoyo dinámico del pie en las distintas fases de la marcha.
